
EL CURADO DE LAS SARTENES DE HIERRO FUNDIDO: Qué es, por qué es importante y cómo hacerlo correctamente
Las sartenes de hierro fundido son auténticas joyas en la cocina. Su durabilidad, capacidad de retención del calor y versatilidad las convierten en un aliado ideal tanto para cocineros expertos como para aficionados. Sin embargo, a diferencia de las sartenes antiadherentes convencionales, el hierro fundido requiere un mantenimiento especial que muchas personas desconocen: el curado.
¿Qué es el “Curado” en una sartén de hierro fundido?
El curado —también conocido como “seasoning” en inglés— es un tratamiento que consiste en recubrir la sartén con una capa fina de aceite y calentarla hasta que este se carbonice ligeramente. Este proceso crea una película natural antiadherente, protegiendo la superficie del hierro contra la humedad (evitando la oxidación) y mejorando su rendimiento en la cocina.
En otras palabras: el curado no es un defecto, es una característica esencial del hierro fundido. Es parte de su naturaleza, y aprender a curar bien tu sartén significa que la tendrás prácticamente para toda la vida.
¿Por qué hay que "curar" una sartén de hierro fundido?
El hierro fundido, por sí solo, es un material poroso y propenso a oxidarse si entra en contacto con agua o aire húmedo. El curado crea una barrera protectora sobre esa superficie:
- Evita que los alimentos se peguen.
- Protege contra la oxidación.
- Mejora el sabor y la textura de los platos.
- Prolonga la vida útil de la sartén.
Incluso una sartén que viene “precurada” de fábrica (como estas que vendemos en Casa Reinal) puede beneficiarse de un curado adicional en casa, sobre todo después de los primeros usos o si notas que la antiadherencia ha disminuido.
¿Cuándo deberías hacer el "curado"?
- La primera vez antes de usarla (si no viene precurada).
- Cada vez que notes que los alimentos comienzan a pegarse.
- Después de limpiarla con jabón fuerte o estropajos agresivos.
- Si la sartén muestra signos de óxido.
- Como mantenimiento periódico, para mantenerla como nueva.
¿Cómo se "cura" una sartén de hierro fundido?
El proceso es sencillo y muy efectivo. Aquí te dejamos los pasos detallados para hacerlo correctamente:
- Limpia bien la sartén: Lávala a mano con agua tibia y lavavajillas. Sécala completamente con un paño o papel de cocina. El hierro fundido no debe quedarse húmedo.
- Aplica aceite: Usa un chorro de aceite y con un papel de cocina, extiende una capa muy fina por toda la superficie de la sartén, incluyendo el exterior.
- Caliéntala a fuego medio-alto hasta que veas que empieza a salir un humo blanco tenue. Ese humo es señal de que el aceite se está polimerizando y formando la capa protectora.
- Deja enfriar: Una vez completado el tiempo de curado, deja enfriar la sartén completamente antes de guardarla.
Puedes repetir este proceso varias veces si lo deseas, especialmente si estás renovando una sartén vieja o muy oxidada.
¿Y si se oxida?
No te preocupes. El óxido no arruina una sartén de hierro fundido. Solo necesitas:
- Frotar el óxido con un estropajo metálico o lana de acero.
- Lavar con agua y un poco de jabón.
- Secar completamente y aplicar el proceso de curado que te explicamos arriba.
¡Y listo! Tu sartén quedará como nueva.
Consejos extra para el uso diario
- No la laves en el lavavajillas.
- Evita dejarla en remojo.
- Sécala siempre inmediatamente después de lavar.
- Puedes usar utensilios de madera, bambú, silicona o incluso metal sin dañar la superficie.
- Algunos alimentos pueden pegarse en los primeros usos. Añade un poco más de aceite hasta que la capa antiadherente se fortalezca.
En resumen
El curado no es un inconveniente, es una oportunidad: una sartén de hierro fundido bien curada mejora con el tiempo y ofrece un rendimiento superior al de muchas sartenes modernas. En Casa Reinal, te ofrecemos productos de hierro fundido de calidad, y te acompañamos con el conocimiento necesario para que los disfrutes durante muchos años.
Recuerda: curar no es reparar, es cuidar.
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