SAN CLAUDIO: LA VAJILLA QUE UNE GENERACIONES

Hay objetos que no pasan de moda. Que viajan en cajas de cartón cuando alguien se muda. Que reaparecen en las mesas de Navidad o en una merienda de cualquier domingo. Vajillas que no solo sirven comidas, sino recuerdos. Una de esas es la vajilla San Claudio "Flores y Frutas", y si la conoces -o la has heredado-, sabes perfectamente de lo que hablamos porque sigue llenando las mesas de color y recuerdos.


En Casa Reinal, sabemos que cada taza de esta colección tiene historia. Y por eso seguimos ofreciéndola, pieza a pieza, para quienes quieren conservarla, ampliarla o empezarla desde cero.


LA HISTORIA EMPIEZA EN ASTURIAS

La Fábrica de Loza de San Claudio fue fundada en 1901 en el pueblo ovetense del mismo nombre por el empresario Senén María Ceñal, con el objetivo de producir una loza de calidad y diseño al alcance de todos los hogares españoles. En un tiempo en que la porcelana de mesa era un lujo extranjero, San Claudio democratizó la belleza y la convirtió en parte del día a día.

Gracias a su excelente ubicación, cerca de las líneas ferroviarias y del puerto de Gijón, la producción se expandió rápidamente por todo el país. En su época dorada, fue una de las principales fábricas de loza de España y una referencia en Europa, con cientos de trabajadores y una especialización destacada en el decorado artesanal.

A lo largo del siglo XX, supo innovar sin perder el alma: introdujo técnicas modernas como la calcomanía vitrificada y mantuvo la tradición del trabajo manual en sus piezas más emblemáticas. Pero con la llegada de la globalización y la presión de la producción en masa extranjera, la fábrica vivió una lenta decadencia hasta su cierre definitivo en 2009.

No obstante, su valor patrimonial no fue olvidado. En 2009, el Principado de Asturias declaró las instalaciones de la fábrica Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Conjunto Histórico, reconociendo su importancia como símbolo de la historia industrial asturiana y del papel que jugó en la vida cotidiana de miles de familias en todo el país.



“FLORES Y FRUTAS”: EL DECORADO QUE TODOS RECUERDAN

Entre los numerosos diseños que salieron de los hornos de San Claudio, uno destaca por encima de todos: el icónico decorado “Flores y Frutas”. Con sus delicadas ilustraciones de manzanas, uvas, cerezas y flores silvestres, esta vajilla se convirtió en uno de los grandes emblemas de la marca.

Diseñado para transmitir calidez, familiaridad y un estilo natural atemporal, este motivo tuvo un éxito arrollador en la segunda mitad del siglo XX. Era habitual encontrarlo como regalo de boda, de aniversario o incluso como parte del ajuar que se pasaba de madres a hijas. Miles de familias en toda España desayunaron, comieron o merendaron sobre estas piezas, que forman parte de un imaginario colectivo profundamente emocional.

Lo que hace especial a “Flores y Frutas” no es solo su estética suave y equilibrada, sino la carga emocional que conlleva. Basta con que una persona vea uno de estos platos o tazas para que afloren recuerdos de la infancia: la cocina de la abuela, la mesa del domingo, la taza de leche templada al volver del colegio…

A pesar del paso del tiempo, el decorado “Flores y Frutas” nunca pasó de moda. Incluso hoy, sigue siendo uno de los modelos más buscados por coleccionistas, amantes del vintage y quienes desean recuperar una pieza perdida de su historia personal.

En Casa Reinal, disponemos de una cuidada selección de piezas con este decorado original: desde tazas y platos, hasta fuentes, sopera o juegos completos. Puedes encontrarlas por separado o en conjuntos, ideales tanto para completar una vajilla heredada como para comenzar una nueva colección con historia y alma.


¿QUÉ PIEZAS FORMAN ESTA COLECCIÓN?

Una de las cosas que más valoran nuestros clientes es que en Casa Reinal no vendemos esta vajilla como un bloque cerrado. Aquí puedes empezar tu vajilla desde cero, ampliar tu servicio o simplemente reponer esa taza que se rompió hace años, pero que aún echas de menos. En la colección encontrarás todas las piezas por separado o por conjunto.


UNA ANÉCDOTA PARA EL RECUERDO

Hay una historia entrañable que circula entre los coleccionistas: durante una campaña navideña en los años 60, San Claudio lanzó una serie limitada de tazas decoradas con escenas invernales. Las tazas se regalaban con la compra de otras piezas de vajilla. Años después, esas tazas —que muchas amas de casa consideraban “demasiado bonitas para usar”— aparecieron intactas, guardadas como pequeños tesoros, en vitrinas o trasteros.

Este gesto resume lo que representa San Claudio: una vajilla tan valiosa emocionalmente que a veces ni se usaba, solo se contemplaba.


EMOCIÓN Y ESTÉTICA: POR QUÉ ESTA VAJILLA SIGUE VIVA HOY

En un mundo cada vez más dominado por lo inmediato, lo desechable y lo impersonal, las piezas de San Claudio —y especialmente el decorado “Flores y Frutas”— ofrecen justo lo contrario: belleza duradera, memoria compartida y calidez emocional.

No es solo su diseño lo que cautiva, sino lo que representa. Cada taza puede ser un recuerdo de infancia. Cada fuente, una historia familiar. Cada plato, un instante vivido alrededor de una mesa. La vajilla San Claudio no necesita ser antigua para ser valiosa: es valiosa porque forma parte de quienes fuimos y de quienes somos.

Estéticamente, sus líneas redondeadas, sus bordes finamente decorados y su gama cromática suave encajan tanto en ambientes clásicos como en estilos vintage o eclécticos. Es habitual ver hoy estas piezas en mesas cuidadosamente montadas para celebraciones o incluso como elementos decorativos en cocinas y comedores con encanto.

Además, recuperar o utilizar vajillas antiguas es también un gesto sostenible. Frente a la cultura del usar y tirar, estas piezas son un canto a la permanencia, al cuidado, a la herencia emocional. Elegir San Claudio es, en cierto modo, volver a valorar lo que dura, lo que se conserva y lo que se recuerda.


UNA VAJILLA REAL: EL DÍA QUE SAN CLAUDIO VOLVIÓ AL FOCO MEDIÁTICO

Un momento inesperado devolvió al decorado “Flores y Frutas” al centro del interés mediático nacional: la vajilla fue utilizada por la Familia Real Española durante una comida familiar, en la que estaban presentes la princesa Leonor y la infanta Sofía. La imagen, distribuida oficialmente por la Casa Real y reproducida por numerosos medios de comunicación, mostraba una escena cercana, familiar y cálida... enmarcada por esta vajilla asturiana de siempre.

Este gesto simbólico —una familia moderna, en un entorno íntimo, usando una vajilla profundamente tradicional— no pasó desapercibido. En apenas unos días, aumentaron las búsquedas en internet relacionadas con San Claudio, especialmente con el decorado “Flores y Frutas”, y muchas personas comenzaron a compartir en redes sociales sus propias vajillas heredadas o compradas décadas atrás.

Fue la confirmación de algo que en Casa Reinal ya sabíamos: San Claudio no es cosa del pasado. Sigue estando muy viva, muy presente, y profundamente arraigada en la memoria colectiva.



CASA REINAL: TU PUNTO DE ENCUENTRO CON LA VAJILLA SAN CLAUDIO

En Casa Reinal, creemos en los objetos con alma, en las piezas que no solo decoran una mesa, sino que cuentan historias. Por eso, hemos reunido una cuidada selección de piezas originales San Claudio con el decorado “Flores y Frutas”, ese que tantas personas reconocen con una mezcla de ternura y nostalgia.

Sabemos que muchas familias conservan vajillas incompletas, que algunos platos se han roto con los años o que hay quien busca empezar su propia colección de cero. Por eso ofrecemos estas piezas tanto por separado como en conjuntos completos, para que cada persona pueda elegir su forma de reconectar con esta tradición.

Además, te ayudamos a reponer o completar tu vajilla con cariño y precisión. Contamos con stock cuidadosamente seleccionado y renovado, y asesoramiento personalizado para que encuentres justo lo que necesitas: una taza idéntica a la que recuerdas de casa de tus abuelos, o esa fuente grande que falta para completar la mesa del domingo.

San Claudio no solo es parte de nuestra historia: también es parte de nuestro presente. Y en Casa Reinal trabajamos para que siga siéndolo, pieza a pieza, recuerdo a recuerdo.

Ya sea que quieras formar una vajilla desde cero, reponer una fuente rota, recuperar esa taza que te recuerda a tu madre, o completar la colección que viste de niño... aquí encontrarás lo que buscas.





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